1. Desarrollar tu identidad digital
Cuando un usuario busca en Google el nombre de tu farmacia o busca una farmacia en su zona, debes aparecer en los primeros resultados. Además, cuanto más dueño seas de los resultados de tu farmacia, más controlarás la información que aparece en internet de tu farmacia. Por ejemplo, algunos directorios muestran información sobre tu farmacia, pero no puedes modificarla, por lo que no es seguro que la información proporcionada sea exacta o completa. Por lo tanto, debes desarrollar tu presencia digital a través de diferentes canales: una página web, una página en Facebook, Instagram y/o Twitter, una cuenta de LinkedIn, etc. Esto te permitirá trabajar en tu visibilidad de forma propia y autónoma.
2. Informar a tus clientes de una manera diferente
Muchos clientes confían en su farmacéutico y los consideran expertos. Siéntete libre de publicar consejos de salud en las redes e informa a tus clientes sobre las horas de apertura, días libres y de guardia.
3. Aumentar tus ventas
Para motivar a tus clientes a entrar en la web de tu farmacia, puedes anunciar ofertas, organizar concursos/sorteos y mostrar tus productos. Anuncia, por ejemplo, en Facebook que la temporada de polen ha comenzado. Esta es una buena oportunidad para escribir sobre alergias. También puedes anunciar los eventos que realizas en tu farmacia para que los clientes puedan participar en ellos.
4. Fidelizar a los clientes
Estar presente en las redes sociales mejora la relación con tus clientes. Escucharles hará que ellos lo agradezcan, ya que si necesitan algo, pueden contar contigo. No olvides ofrecer a tus seguidores ofertas exclusivas.